Cuando Sergey Brin y Larry Page fundaron Google en 1998, también crearon un algoritmo para contratar gente.
Dicho de otro modo, buscaban otras mentes como las suyas; pues creían que la tecnología sólo podía ser comprendida por gente especializada en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por el acrónimo en inglés).
Juntos encuentran formas de lidiar con el texto, aprenden a buscar información; a tener un método guiado para explorar, a trabajar en equipo y colaborar, y a comunicar los resultados al resto.
La sorpresa llegó 12 años después cuando analizaron la información histórica de contrataciones, despidos y ascensos, y descubrieron que entre las características más importantes para crecer en Google el gigante del Internet, es ser excelente en STEM que aparecía recién en el octavo puesto en la lista.
El objetivo de Google es encontrar alumnos de ciencias de la computación con las notas más altas dentro de las mejores universidades alrededor del mundo.
Google y las habilidades blandas
Sin embargo, el listado de Google estaba encabezado por “habilidades blandas” como ser un buen guía, preocuparse por el éxito y bienestar de los empleados, y comunicarse bien.
Hoy vivimos en un mundo que ha cambiado radicalmente por Internet; y que sabemos lo que ha hecho a la democracia.
Es un mundo donde cualquier persona puede comunicar una idea sin un editor que certifique la información; sin ningún tipo de autenticación y sin siquiera tener que revelar su identidad; o donde el presidente del país más rico y poderoso del mundo puede tuitear a cualquier hora sin veracidad ni responsabilidad alguna.
Entonces , Qué pasaría si, en vez de usar la tecnología para automatizar el aprendizaje; se la utiliza para inspirar y empujar el aprendizaje y dar oportunidad para la creatividad.
Entonces, tendríamos que repensar la educación en términos de cómo serían las cosas si no tuviésemos departamentos y, por ejemplo, organizamos la información por problemas en vez de por disciplinas.
¿Y qué determinan las escuelas para transformarse para el futuro?
Muchas de las formas en que se le enseñan los niños en la educación formal jamás soñaríamos en aplicarlas con nuestros propios hijos; o con nosotros mismos. Sabemos que no funcionan; por su parte el gigante de Internet Google, busca siempre innovar en sus plataformas y ir adelantándose un paso más que el mundo; satisfaciendo las necesidades de las personas.
Si quiero aprender a jugar al tenis, no quiero una clase teórica con una nota al final de la clase: quiero saber cómo lo estoy haciendo, quiero jugar contra alguien un poco mejor la próxima vez, quiero desafíos. Esto es sentido común.
Esto de nuevo es un fenómeno a nivel mundial, donde hemos reducido la educación de los más pequeños en exámenes. Eso genera muchas consecuencias terribles.
- La primera es que es muy mecánico y horrible para la motivación.
- La segunda es que genera una increíble ansiedad en momentos en que los niños deberían estar emocionados con aprender.
- La tercera es que reduce qué se está aprendiendo a cuál es la respuesta correcta; y se limita la enseñanza al conocimiento que pueda ponerse a prueba.
Google y el STEM
Para Google en algunas áreas como STEM es peor; porque sabemos que si solo estás aprendiendo cómo dar la respuesta correcta; entonces no estás aprendiendo los profundos procesos mentales que se requieren para ser un científico profesional.
Las pruebas buscan disciplinar una cierta forma de pensar y no expandir horizontes intelectuales. Aparte de Google se puede incluir la inteligencia artificial; como el factor principal que cambiará la forma en que vemos al mundo.
Fuente :BBC News
