La sombra de Sergio Ramos es alargada. Nadie lo puede negar. Su historial y currículum, tanto en la selección española como en el Real Madrid, está ahí y certifica que es de esos futbolistas que dejan huella y forman parte de la historia del fútbol.
Temido y admirado por igual, el defensa ya es uno más en el PSG, pero parece que su poso continúa presente tanto en el vestuario del equipo blanco, como en el del combinado dirigido por Luis Enrique. Tanto es así, que ni en la selección ni en el Real Madrid, jugador alguno parece decidido a lucir bien el cuatro con la camiseta blanca madridista o el quince en la roja de España.
Parece que todos estuvieran esperando su regreso.
¿Lo debe llevar Alaba, que lucía el 27 en el Bayern? ¿Debe asumir la responsabilidad el recién llegado? ¿Algún compañero se atreverá a usar el dorsal que Ramos heredó de Fernando Hierro? Lo cierto es que de momento nadie ha dado el paso y futbolista alguno se ha atrevido a pedir el citado número, el del capitán, tanto en la selección como en el Real Madrid.
Si estuviéramos hablando de otro deporte, especialmente el baloncesto, la camiseta del central andaluz habría pasado a formar parte del museo del equipo en cuestión (de la selección no se ha retirado) y nadie podría lucir el dorsal que fue, en este caso Ramos, durante más de una década.
Primero fue en la selección. Luis Enrique decidió convocar a 24 jugadores, por lo que dos de los números podían quedarse sin dueño. No fue una circunstancia de que se habló en el vestuario, pero luego algunos jugadores reconocieron que no se vieron con fuerza para asumir, en este caso, el dorsal número quince, el que Sergio Ramos hizo suyo en homenaje al fallecido Antonio Puerta. Respeto total hacia la figura del que fuera capitán blanco.
Ahora la historia se ha trasladado al vestuario del Real Madrid. Es habitual que en estas fechas, algunos jugadores cambien de número aprovechando las bajas. Algo parecido hizo Modric en el verano de 2017. Desde que llegó al club blanco, el 14 había sido su número, pero la salida de James Rodríguez posibilitó el cambio de dorsal. Es algo natural y que sucede todos los veranos, pero con el 4 de Sergio Ramos parece que nadie se atreve.
El número 4 está cargado de historia en el Real Madrid. Santisteban y Santamaría en blanco y negro ya fueron algunos de los elegidos en portal la camiseta blanca con el citada cifra, para después pasar a jugadores como Pirri, Stielike, Rocha, Alkorta y Fernando Hierro. La característica común ha sido, curiosamente, la de la garra y la entrega, luciendo varios de ellos el brazalete de capitán. Ahora, la cinta distintiva pasa al brazo izquierdo de Marcelo, con Benzema como capitán más probable en la mayoría de los partidos del equipo blanco, pero nadie ha pedido un doral cargado de historia que Ramos elevó en el Real Madrid a una nueva dimensión.
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