Casi tres días han transcurrido desde la fecha establecida; para el ingreso de la ayuda humanitaria en Venezuela. El 23 de febrero de 2019, dejó a su paso una colección de historias con lágrimas de júbilo… y también de impotencia.
La esperanzadora posibilidad que ofrecía el presagio de esta fecha; movilizó a muchos venezolanos a manifestarse a favor del ingreso de la ayuda humanitaria. A pesar de la tensión política en el ambiente, palpitaba la expectativa de algo bueno por venir.
Sucedió, miles de venezolanos se reunieron en las fronteras con los países vecinos; esperando la tan necesitada ayuda humanitaria. En los sitios donde se ubicó la muchedumbre, eran los sitios que se habían anunciado; por los que iban a pasar los camiones cargados con los recursos para la ayuda humanitaria.
Desde Colombia por cuatro puntos; el puente La Unión; el Puente Francisco de Paula Santander; el puente Tienditas y el puente Simón Bolívar. Y desde Brasil, en Pacaraima en Santa Elena de Uairen. Por el mar caribe también se esperaba que arribara un cargamento en barco a Puerto Cabello, Estado Carabobo.
El sector opositor, encabezado por el declarado Presidente Interino, Juan Guaido; apostando por el ingreso de estos recursos, planificar estratégicamente la movilización del cargamento al territorio nacional. Todo esto, a pesar del rechazo a la ayuda humanitaria a Venezuela ,por parte del gobierno de Nicolás Maduro; y el cierre parcial de las fronteras para evitar el paso de esta a Venezuela.
Frontera colombo-venezolana
Desde tempranas horas mucha presencia de voluntarios; a pesar de las expectativas, se presentaron momentos que acrecentaban la tensión en las líneas civiles y militares del lado venezolano.
El primer incidente del día suscitó en el puente Simón Bolívar, cuando aún no se coordina el paso de la ayuda humanitaria. Sucedió que varios militares venezolanos, se hicieron de dos vehículos blindados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; atravesaron el cerco de seguridad fronterizo venezolano que comunica con Colombia.
Como resultado, el atropellamiento de varias personas que se encontraban en el camino. Luego de esto, los funcionarios, sumidos en el miedo de la huida; fueron recibidos del lado colombiano, por políticos de oposición venezolanos.
Creciendo la tensión, pero todos apegados a la planificación, se continuaba el protocolo del ingreso de la ayuda humanitaria. En el transcurso del día, continuaron las deserciones de militares venezolanos; que pasaban a pie al lado colombiano, siendo estos recibidos por las autoridades colombianas.
En el estado Táchira, con el que todos los puentes se conectan; ya se conocía de represiones por parte de componentes militares venezolanos y supuestos grupos colectivos armados; al avance de voluntarios que se movilizaban hacia el área fronteriza para apoyar el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela.
Más lejos del foco de atención, se habían originado hechos que antes del mediodía, habían comenzado con la muerte de 4 personas en Santa Elena de Uairen; debido a fuertes enfrentamientos entre las fuerzas militares venezolanas y civiles en la frontera con Brasil.
Ayuda humanitaria hecha cenizas
A horas de mediodía, logró avanzar a través del puente Simón Bolívar, el primer cargamento. La idea para ingresar la ayuda humanitaria a Venezuela era con una cadena humana; que de a poco irían descargando y atravesando al territorio venezolano.
Pero antes de que lo planeado sucediera; el cargamento quedó expuesto al enfrentamiento entre la Policía Nacional Bolivariana; presente con equipos anti-disturbios y gas lacrimógeno; y los venezolanos del lado colombiano, aguerridos por hacer entrar la ayuda humanitaria. Como consecuencia de esto; los hechos apuntan a que las bombas de la PNB, aterrizaron a propósito, sobre el cargamento; y se desatara un incendio.
Con la ayuda humanitaria reduciéndose a cenizas; los manifestantes en medio de la indignación, ante la cruenta acción de la PNB; arreciaron sus manifestaciones iniciando fuertes enfrentamientos entre los factores de seguridad venezolanos y manifestantes civiles.
No se logró hacer ingresar la ayuda humanitaria a Venezuela. Los cargamentos fueron regresados para su resguardo. Mientras tanto, desde la capital, Nicolás Maduro declaraba que “rompe” relaciones con Colombia; y al unísono amenazaba al gobierno de los Estados Unidos.
El barco con el cargamento que llegaba desde puerto rico, regreso su paso hacia Aruba; luego de recibir amenazas de tiro desde los controles navales militares de Venezuela. Se denunciaba la presencia de grupos paramilitares en las comunidades fronterizas.
Hacia la frontera con Brasil; múltiples denuncias de comunidades indígenas que indican la presencia de reclusos penitenciarios vestidos de militares; perpetrando actos de violencia contra civiles desarmados. Conllevando al aprisionamiento de 27 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana por la Guardia Territorial Pemona.
La comunidad internacional, sumo observaciones; desde llamados a la conciliación política, a desconocimientos de autoridad gubernamental y calificativos de “bajeza” por los eventos
