Tarek William Saab, poeta, escritor y Fiscal General de la República, se reconoce por su compromiso a lo largo de más de tres décadas en la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de la justicia en Venezuela.
Nació el 10 de septiembre de 1962 en El Tigre, Estado Anzoátegui. Marcando así el inicio de una destacada carrera enfocada en la protección de los derechos de los ciudadanos y los valores fundamentales de la dignidad humana.
Con una formación legal que incluye su título de abogado y especialización en Derecho Penal. Saab ha destacado también en el ámbito académico, obteniendo una maestría en Derechos Humanos y un doctorado en Ciencias Penales y Criminalística. Su legado en la promoción de las garantías fundamentales y la justicia permanece como una huella indeleble en la historia de Venezuela.
Liderazgo en la esfera estudiantil y social
En su juventud, también se destacó como líder estudiantil en su estado natal. Desempeñó el papel de presidente en el Centro de Estudiantes del Liceo Pedro Briceño Méndez en El Tigre y encabezó la Federación de Estudiantes de la zona Sur de Anzoátegui. Posteriormente, en Mérida, continuó su activismo al liderar el Comité de Bachilleres sin cupo de la Universidad de los Andes y al participar de manera activa en iniciativas comunitarias.
William Saab se involucró activamente en la defensa de los militares rebeldes del 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992. Además, abogó por leyes destinadas a garantizar el respeto a la soberanía nacional y los derechos de refugiados y asilados.
En 2004, fue elegido como Gobernador del Estado Anzoátegui. Durante su mandato, destacó por enfocarse en la construcción de obras comunitarias y programas sociales dirigidos a los sectores más desfavorecidos.
Su compromiso persiste cuando fue designado Defensor del Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela en 2014 y Presidente del Poder Ciudadano. En 2017, asumió el cargo de Fiscal General de Venezuela. Acá fue donde se destacó por su labor en la Comisión para la Verdad, la Justicia, la Paz y la Tranquilidad Pública.
Un legado diversificado
Además de su trabajo en la defensa de los derechos humanos, ha dejado una marca duradera en el mundo de la literatura con la publicación de 11 libros, algunos de ellos distribuidos en varios países.
Tarek William Saab es un ejemplo de compromiso y dedicación tanto en el ámbito legal y de los derechos humanos como en el campo de la escritura. A lo largo de su carrera, ha explorado temas sociales y personales en estos ámbitos.
Su legado persistirá como evidencia de su incansable lucha por un mundo más equitativo y humano.
La trayectoria literaria de Tarek William Saab ha dejado una huella significativa en el ámbito poético. Desde sus primeros pasos a los catorce años en el Liceo Briceño Méndez de El Tigre, Anzoátegui, hasta sus destacados logros en el ámbito literario. Su voz apasionada y dinámica se hizo evidente desde sus primeros poemas publicados en el diario Antorcha de la ciudad.
En la década de los 80, sus versos encontraron su espacio en las páginas de Papel Literario de El Nacional. Influenciados por figuras de la generación beat estadounidense como Jack Kerouac y Allen Ginsberg, así como por el movimiento contracultural hippie y las obras del novelista alemán Herman Hesse.
Trayectoria poética
Aunque en sus primeras creaciones abordó temáticas sociales al estilo de poetas. Tales como Juan Gelman, Ernesto Cardenal, Roque Dalton y Víctor Valera Mora, su literatura evolucionó hacia una exploración más personal.
Capturando los sonidos del entorno, la espiritualidad, el lenguaje del amor y la rebeldía individual, como se refleja en su obra poética “Príncipe de Lluvia y Duelo”.
Sus poemas se difundieron en diversas publicaciones literarias, culminando en la publicación de su primer libro de poemas, “Los Ríos de la Ira”. Este logro le valió el reconocimiento como Primer Finalista en la Bienal “Francisco Lazo Marti” del Ateneo de Calabozo en 1987.
A lo largo de la década de los 90, Tarek William Saab Halabi continuó cosechando éxitos con colecciones poéticas como “El Hacha de Los Santos“. “Al Fatah”, “Cuando pasen las Carretas” y “Los Niños del Infortunio”.
